Demasiado callado
Daisy y Samantha se han ido... hace 20 minutos... Ya las extraño.
Ayer Samantha y Milo empezaron a competir por la atención de mi esposo. Raro, pues a Milo, quien nunca ha tenido que competir, nunca le había molestado que le prestaramos atención a otra mascota. Ahora que Samantha y Daisy estubieron aquí por más de una semana, Milo ha de haber pensado que era hora de recuperar su puesto en la familia.
Conforme pasaban los días, Daisy se fue sintiendo más comoda al lado de Milo, tanto que compartian el mismo espacio en el sillón sin que ninguno se molestara por el otro. Daisy se apoderó del espacio bajo el buro pero luego encontró un mejor lugar para esconderse debajo de la cama. No podía creer que pudiera yo perder un perro en un departamento tan pequeño.
El departamento está muy callado... y ¡lleno de pelos gueros, blancos y cafes!
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