Cleopatro
Desde que Milo llegó del hospital hasta la semana pasada, había estado paseandole su cama de la recamara a la sala, aunque son solo unos pasos ya que vivimos en un depa pequeño, para que Milo me pudiera acompañar durante el día. La semana pasada deje de cargar la cama y le puse en su lugar un tapete y parece que disfruta tener su propio espacio en la sala.
Antes del accidente, el me pedía que lo invitara a subirse al sillón. Desde entonces no lo había invidado, pues aunque con pena de admitirlo, no lo hemos bañando desde hace ya tiempo. Pero hoy no me pude resistir y lo invite. Creo que era más yo quien lo quería en el sofa que él
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