La gran llegada

Hoy trajimos a Milo del hospital. No ha sido fácil verlo sufrir por el dolor. Puede caminar pero se cansa demasiado rápido. Lo tratamos de ayudar poniendole una toalla bajo su torso y asi levantarlo un poco. Algunos vecinos están muy mortificados. Otras personas lo ven con cara de asco.

La herida de la operación le abarca casi todo el torso y le razuraron la mitad de su cuerpo. Tiene todo el estomago morado por el golpe. Tiene dolor. Le estamos dando pastillas para el dolor y además tiene un parche también para el dolor.

Se quedó dormido a la 1 AM.